lunes, 17 de febrero de 2014

51. ÚLTIMO CAPÍTULO. They don't know about us.

*POR FAVOR LEED EL COMENTARIO FINAL PLS PLS PLS*



- ¿Me estás evitando?


Victoria tenía los ojos al cien por cien abiertos.
Llevaba bastantes días esquivando a Liam, con la excusa de que tenía que estudiar, cuando en realidad se pasaba el día en su cuarto viendo American Horror Story. Pero ahora, en ese momento, con su chico delante, ni Jessica Lange haciendo de monja corrupta podrían esconderla. 
Estaba atrapada, y solo quería llorar. Además, estaba horrorosa, con una coleta mal hecha, ojeras de llorar por las noches, y solo una camiseta larga de color azul muy oscuro con una mancha por abajo de helado de vainilla.
Genial, justo Liam la tenía que pillar el día que estaba más fea.


- Victoria - Liam se acercó y se sentó en la cama. Parecía un poco enfadado, pero más de eso, dolido. Y si algo mataba a Victoria era verle así, y más en las últimas semanas. Agachó la cabeza y cerró los ojos, respirando con tranquilidad para intentar no llorar. Notó cómo Liam cogió el portátil de sus piernas y lo colocaba sobre la mesilla. Se puso de pie y empezó a quitarse los zapatos. Victoria alzó una ceja. La chaqueta y el jersey de Liam siguieron a su calzado. Ahora solo llevaba en la parte de arriba una fina camiseta color óxido que le sentaba muy bien con los ojos. Sin ella esperarlo, Liam Levantó la sábana y se metió dentro de ella, al lado de Victoria, con la espalda pegada al cabecero.

- ¿Qué.. Haces? - preguntó temerosa ella.

- Tenía frío y quería estar lo más cómodo posible, así cuando cortes conmigo, lo único bueno que tendré será la comodidad. - Victoria suspiró. - Porque vas a cortar conmigo, ¿verdad? - ella miró hacia otro lado, pero eso no impidió que la primera lágrima cayese por su mejilla, rompiendo en pedazos lo que pillaba en su camino. últimamente lloraba, mucho, y lo odiaba con todas sus ganas. - Genial. - Liam tensó la mandíbula - Y ahora ni si quiera estoy cómodo. Solo quiero... Irme. - se levantó, sintiendo como su mal presentimiento se iba yendo, pues ya había ocurrido. Creía que el creer que Victoria no le quería antes de salir y que nunca serían pareja era aterrador, y lo peor de este mundo. Pero una vez que había experimentado lo que era estar con ella oficialmente, y que ahora se rompiese, tras unas pocas semanas, eso sí que era lo peor. Eso acababa con sus alegrías, le consumía. Cogió su jersey y su chaqueta, y se puso sus zapatillas. Caminó dos pasos y oyó cómo Victoria lloraba. No iba a girarse por su propia voluntad, pero sí que redujo el paso. Aún le quedaban esperanzas.

- ¡Espera! - dijo Victoria, y Liam agradeció haber reducido el ritmo. Él se giró y la miró. Desde esa distancia veía las lágrimas que caían y caían, mojando la tela de la sábana. Liam se mordió la mejilla por dentro, le entraron ganas de llorar, pero para él no era tan fácil. - Lo hago por ti... - dijo ella casi en un susurro.

- ¿Por mi? Asi que dejarme, sabiendo que eres lo que más quiero y lo que más he querido durante meses, es lo que me va a ir bien, lo que necesito, ¿no? - soltó una risa irónica - Mira otra mentira más. Primero creía que me querías y también que me conocías. 

- Y te quiero.

- ¿¡Entonces por qué me haces daño? - dijo alzando la voz pero aun así hablando en bajo. Los padres de Victoria seguían en la casa.

- Porque mejor ahora que después.

- ¿Qué coño dices?

- Acabará pasando algo malo, como siempre.

- Claro, tu típica excusa de que las relaciones salen mal. Bonito pretexto para no decir que ya te has cansado de mí.

- ¡No! - Victoria lloró más.

- ¿Entonces por qué ese aislamiento? Ni que tuviera la peste.

- No podía seguir viéndote.

- Venga ya... - Liam se giró, mirando hacia el otro lado, con los brazos cruzados.

- No se me da bien ser la novia de alguien, y soy difícil de controlar.

- Yo no quiero controlarte, y quiero que me dejes que te quiera. - él se dio la vuelta y volvió a mirarla.

- Acabaré haciendo algo mal, siempre lo hago.

- ¿Pero acaso te pones en mi lugar cuando piensas esas cosas?

- Liam... ¿Y si eres tú el que se cansa de mí? ¿Y si me haces daño? ¿Y si de repente mañana... decido volver a como era antes y te dejo? - Liam suspiró. Ya empezaba a entender un poco todo eso, pero seguía enfadado, y dolido, muy dolido. Se sentó en la cama y apoyó los codos sobre los muslos, entrelazando las manos. 

- ¿Por qué solo piensas en lo malo?

- Porque he visto demasiadas chicas que sufren por relaciones, y yo no quiero ser una de ellas. - Liam volvió a suspirar. Cerró los ojos y se frotó la frente. Se estaba relajando.

- Victoria - puso una mano sobre su muslo, peor por encima de la sábana - Te quiero, ¿vale? Pero eso no hace que te prometa que todo entre nosotros va a ser perfecto. Quizá duremos un mes más, o tres, o puede que un año. Quién sabe si acabaremos casándonos y teniendo hijos. Ni idea. Pero ahora es lo que importa, y quiero estar contigo. No voy a pensar en cuanto vamos a tardar en cortar, porque eso no es mi prioridad. Eres tú. Y voy a estar ahí para todo. Seré tu punto de apoyo, tu ánimo. Te ayudaré en lo que haga falta. Y juntos evitaremos que dejes de pensar en lo que puede salir mal entre nosotros, porque al fin y al cabo una relación sale adelante entre dos, y tienes que colaborar en esto. Pero tienes que decidirte, ¿te arriesgas conmigo o no? 


Victoria volvió a agachar la cabeza.
Siempre se había arriesgado ante todo, pero en ese momento le parecía una mala idea.




(...)




Bianca miró su reloj. En ese momento Cecilia tendría que estar hablando con Niall, ¿pero sobre qué? Había algo que no sabía sobre ella, y que Alex conocía, y le preocupaba, porque últimamente había visto triste a la chica.
Suspiró.
Notó que la pierna le temblaba, hacía frío.
No tenía ni idea de por qué había elegido ese parque de la ciudad. Podría haber ido a alguna cafetería, pues no, tenía que helarse en la calle.
Cogió su móvil y comprobó que no tenía ningún mensaje.
Por una aparte deseaba tener alguno de los chicos, pues en ese momento quería abandonar el plan irse a casa y esconderse debajo de la cama.
Pero no, era una mujer, y tenía que afrontar los hechos.

Miró hacia los lados, y deseó no hacerlo. Ya venía uno de ellos.
Sonrió tristemente al verle.
Todo el tema le rompía el alma por dentro.
¿Y si después de esto nada seguía como antes? Bueno, estaba claro que nada sería así, que habría una brecha, entre ella y él, y bueno, entre ambos. Lo sabía, y le dolía. 
El chico llegó, se sentó, y dio un beso en la mejilla a Bianca. Ella agachó la cabeza.


- Vendrá, ¿no? - preguntó él.

- Tiene que hacerlo. - Bianca suspiró, y él también. Ella notaba como él tampoco preveía que las cosas iban a ir bien, que quizás no saldría tan bien parado. Pero la verdad es que si el chico que estaba a su lado supiese el remolino y la tormenta de emociones y escalofríos que originaba con el simple roce de sus rodillas a través de los vaqueros, quizá tendría algo de consuelo. Pero también es cierto que si mirase dentro de la cabeza de ella y observase todo el sufrimiento y rayadas, entendería el por qué de su decisión. 

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Técnicamente ya lo estás haciendo. - sonrió con tristeza.

- ¿Crees que en un futuro tú y yo podremos tener algo, formalizado, sin los problemas que estamos teniendo ahora? - Bianca se mordió el labio y miró a los ojos a su amigo. 

- No lo sé, pero la mitad de mi cuerpo quiere eso. - él sonrió.

- Ahí viene. 


Bianca giró la cabeza hacia el otro lado. Es verdad, venía.
Le miró, y una sonrisa involuntaria se escapó de sus labios.
Era un poco irónico que los dos chicos hubiesen venido en direcciones opuestas, como si la unión entre ellos fuese Bianca, y quizás eso era lo malo.
Que si ella rompía esa unión, la amistad entre los dos puede que se fastidiase. 
Puede no, seguro.
Él se iba acercando y también sonrió a Bianca, sin importarle que el otro estuviese ahí. 
Parecía de seguro de sí mismo. 
Quizás tuviese razones para estarlo.
Llegó al banco y se sentó al lado de la chica, le dio un beso en la mejilla y sonrió.


- Hola - saludó al otro.

- Hola Zayn. - dijo Louis que juntó las manos y miró hacia otro lado.


En ese momento Bianca quedaba entre los dos, sentada, atrapada. La incomodidad hacía que le picase el cuerpo. 
En ese momento se sentía como un objeto, un premio de concurso, algo que hay que conseguir, algo material. Era somo si, de forma invisible, se estableciese entre los dos chicos una competición.
"¿Quién conseguirá a la dulce e inocente Bianca? ¿Quién la alzará delante de todos para mostrar su enorme valentía?"
Cosas así le mareaban, por lo que escapó y se puso de pie, quedando enfrente de ellos.


- Bueno, ya sabéis por lo que estáis aquí, ¿no? - dijo ella con un nerviosismo más que palpable. Ellos asintieron, y Bianca suspiró. - A ver, he tomado una decisión por que esto no puede seguir así. Cuando estoy con uno pienso en el otro y cuando pienso en el otro pues pienso en el primero, y no puedo, porque os hago daño, y me siento mal con vosotros y conmigo misma. Por eso he estado pensando mucho, incluso he hecho listas de pros y contras, y he meditado con quién sería más feliz, quién estaría más atento de mí, quién sabe cómo soportarme. Y muchas veces he tenido claro a quien escoger, de verdad. Pero cuando ya mi cabeza asociaba que era él, el chico... - miró a Zayn discretamente y se mordió el labio. - ...no dejaba de pensar en el otro - esta vez miró a Louis - y no puedo escoger a uno porque me acabaré preocupando involuntariamente por el otro y ¿qué pasaría si cuando beso a uno estoy pensando en si el segundo en ese momento está con otra chica, o peor, sufriendo? No podría vivir con ello. Quiero hacer el menos daño posible, y por eso... - Miró sus pies- ...No voy a estar ni con uno ni con otro.

- ¿¡Qué!? - Zayn se puso de pie. - Quiero que estés conmigo pero antes quiero que seas feliz, asi que olvídate de mí y estate con Louis, por favor. - Bianca tenía ganas de llorar.

- No, - protestó Louis - Zayn y tú teneis como una relación especial, siempre lo habéis tenido, y en realidad, podrías haber sido mi novia desde hace días, peor no lo hiciste por Zayn. Asi que ya sabes lo que tienes que hacer - ella negó y se llevó una mano a la frente.

- Si tú y yo no nos hubiésemos acostado, ahora estarías siendo feliz con él, yo solo soy un obstáculo.

- ¡No! - paró la chica. Su cabeza iba a explotar - No puedo, simplemente no puedo centrarme en uno dejando de lado al otro. Me es imposible. Y lo pasaría mal, por eso pido, que hasta que no se aclare todo, que se mantenga la cosa tal como he dicho, por favor... - Zayn se sentó y sujetó la cabeza con sus manos. - Os quiero, pero ese es el problema. Te quiero tanto a ti, Zayn, como a Louis. Y a ti, Louis, como a Zayn. - Bianca oyó a los dos chicos suspirar, y por un momento creyó que se habían puesto de acuerdo para hacerlo.

- Aunque lo pretendamos ya nada volverá a ser como antes, ¿verdad? - dijo Louis con voz apagada.

- Lo sabemos.- Zayn respondió con la mirada perdida. Bianca se dejó caer en el hueco que existía entre los dos chicos.

- Lo sé.




(...)




- Cels, me estás asustando. - Niall sonrió nervioso.


Esa tarde Cecilia le había llamado para quedar.
Niall pensaba que ella quería... Pues eso, copular un poco ya que hacía tiempo que no lo hacían, y por eso ofreció su casa, que estaba vacía, para quedar.
Pero en cuanto entró por la puerta, fue directa al sofá y se sentó, agachó la cabeza, se miró las manos, y no habló durante unos cuantos minutos. 


- Niall... ¿Alguna vez te ha pasado algo que ha afectado y como que hace que descuides todo lo demás?

- Bueno... Una vez me compraron una tortuga, pero después me regalaron un pez... Y me centré en el pez asi que descuidé la tortuga y murió - rió por lo bajo.

- No... Niall, lo digo en serio. 

- Estaba de broma. - se mordió el labio.

- Mira... A ver cómo empiezo esto... - Niall se quedó un poco de piedra. Iba a decirle que al final sí que estaba embarazada, ¿no? Que en realidad no se tomó la pastilla. Ay copón, ¿y ahora qué hacía con un niño? ¿Llevarlo a clase? ¿Emborracharle? No estaba listo para hacer de padre. - Hace días, unos cuantos, me enteré de una cosa... - Ya está, estaba preñada, ay joder.

- Cecilia ahorraré para comprar una casa cuando pueda, lo juro. - La chica se calló y frunció el ceño. ¿Qué tenía que ver con todo eso?

- ¿De qué hablas? 

- Eh... - Niall tartamudeó - ¿De qué hablas tú?

- Que mi madre se divorcia de mi padre. - Niall sintió que se le iba un peso de encima.

- Ah uf... Menos... ¿¡Qué!? - Espera, ¿que sus padres qué? Cecilia bufó cerrando por un instante los ojos. Las cosas no iban como ella había planeado. 

- Resulta que mi madre dejó de querer a mi padre hace tiempo, y quiere enamorarse otra vez, y tener otra vida, porque parece ser que esta no le gusta, y esta harta, y lleva haciéndonos creer a todos que nos quería... - Niall abrió la boca.

- ¿Estás de coña?

- No, no lo estoy - Cecilia miró hacia otro lado. Siempre se le saltaban las lágrimas cuando hablaba de este tema. 

- Joder... ¿Y por qué no me lo dijiste antes?

- Lo iba a hacer... El jueves, pero no estabas en casa.

- Ah... ¿Y en otro momento?

- Pues por que... Porque sabía que cuando te lo contase todo acabaría.

- ¿Acabaría? ¿El qué? No entiendo. - Cecilia agarró la mano de Niall. Estaba llorando, pero no era por sus padres.

- Niall, en estos días me he dado cuenta de varias cosas. Y la primera es que... Deberíamos darnos un tiempo. - con cuatro palabras el mundo de Niall de repente había sido destruido. ¿Un tiempo? Tensó la mandíbula. Le empezaban a picar los ojos.

- No. No, no, no no no no. Ni se te ocurra. Sabes que un tiempo acaba siendo un siempre. No, no, no, no, ¡NO, JODER! Lo de tus padres lo superarás, enserio - le agarró las dos manos y se acercó más a ella - estaré ahí para ti, lo juro, siempre.

- No lo entiendes. Dependo mucho de ti. Cuando no me devolvías un mensaje, o no podías quedar conmigo, me enfadaba muchísimo y me ponía a llorar. Y no puedo ser así.

- Cecilia te prometo que te responderé siempre, que quedaré contigo aunque sean las cuatro de la mañana y esté durmiendo. Me da igual.

- No es eso.

- Pero por favor, no me dejes, no. No podría soportarlo. No he sido el mejor novio, y lo sé, pero te he querido como nadie, y me he acostumbrado a que me soportes cada día, y te quiero, y no sé qué hacer joder... Por favor, no me dejes... Por favor... - se llevó las manos a la cara. Cecilia suspiró y echó al cabeza hacia atrás; se frotó los ojos apartándose las lágrimas y miró a Niall, sonriendo tristemente.

- Estás llorando. - dijo más como afirmación que cómo pregunta.

- Solo es una reacción alérgica al oxígeno...

- Eres un nenaza. - Niall rió por lo bajo, pero sería roto.

- Si quieres puedo ser super bruto y machomen contigo. - la chica volvió a suspirar y lloró más fuerte.

- Necesito aprender a estar sola, necesito no recurrir a ti ante todo.

- A mi me gusta que recurras a mí.

- Ya, pero llegará el día en que dejes de estar a mi lado.

- Ahora mismo tú me estás apartando.

- Perdona Horan, pero espero que me des el coñazo todos y cada uno de los días, porque lo último que quiero es perderte.  - Niall se mordió el labio y apoyó los brazos sobre los muslos.

- Cecilia, sabes que no voy a ser feliz con esto.

- Lo acabarás siendo. Ambos.

- ¿No lo eras conmigo?

- Sabes que sí pero... Lo que te he dicho. - Niall se limpió las lágrimas de la cara.

- Te voy a seguir queriendo, y tendrás que vivir con ello. 

- Yo te sigo queriendo a ti. - y entonces Niall no se pudo resistir y la besó, como si fuese la última vez, porque en verdad, lo era. Y lo mejor es que Cecilia no puso resistencia, porque quería disfrutarlo, tener un recuerdo más reciente. A pesar de que sus lágrimas se mezclaban, de que en el fondo saber que era el último les estaba matando, y del hecho de que cuando se levantasen al día siguiente volverían a ser solo amigos, disfrutaron de la situación, hasta que sintieron que era el momento de separarse. Entonces se abrazaron, la cabeza de la chica en su pecho.

- Di eso una última vez, por favor. Tú ya sabes qué - pidió Niall con la voz rota.

- Púdrete Horan. - concluyó Cecilia, y entonces fue ahí donde su relación terminó de verdad, cuando supieron que ese era el fin.




(...)
 
*PLS PLS PLS URGENTE LEED EL COMENTARIO FINAL PORFA*




[TRES SEMANAS DESPUÉS]



Zayn dio un codazo a su amiga.


- ¡Ey! Me acabas de matar.

- Admite de una vez que soy mejor que tú jugando a la Play.

- Perdona, pero tienes tetas y vagina, asi que eso impide que puedas ser mejor que yo jugando a la Play.

- ¡Uy, machista! - Jane paró el juego y con un dedo empujó el aro negro que estaba en el lado derecho del labio inferior de Zayn. Tras presionar un poco, la chica consiguió que al final a Zayn le pareciese buena idea lo del piercing del labio, además, que le sentaba de miedo. Pero el pasatiempo favorito de Jane era, sabiendo que estaba reciente, tocar del piercing para que le escociese.

- ¡Au! Que duele joder. - Jane rió. - No debí hacerte caso...

- Te encanta y lo sabes.

- He dicho que me queda bien, solo.

- Sé que te haces fotos en el espejo.

- ¿Cómo sabes eso?

- Porque te cogí el móvil un día.

- Pero qué cerda mala... - Zayn se lanzó sobre Jane en el sofá y empezó a revolverle el pelo, despeinarla. Sabía que la chica lo odiaba, asi que era divertido, de igual modo cuando ella le tocaba el piercing.

- ¡Zayn! - se quejó a la vez que se reía. 

- Pero deja a la pobre chica, que la vas a matar - se oyó la voz de la madre, con un paño en las manos, que los miraba sonriendo. Zayn se apartó sonrojado.

- Gracias Trisha - agradeció Jane a la madre, y después sonrió falsamente a Zayn. Trisha volvió a la cocina. - ¿No deberíamos ayudar a tu madre con el lavavajillas? - preguntó ella.

- Perdona, ¿pero pretendes que deje de jugar a la Play por recoger el lavavajillas? ¡Já! - Jane rodó los ojos. Se puso de pie y fue a donde estaba la madre.

- Ya te ayudo - dijo la joven morena.

- Mil gracias. Zayn en cambio es un vago.

- Ya - Jane sonrió. 


Juntas empezaron a recoger todo, pasándose vasos, colocando platos, de todo. 
Jane era buena amiga de la familia Malik, o había empezado a serlo en esas tres semanas.
Tras cortar contacto con Louis, decidió que Zayn no merecía perder una amistad tan increíble como la que le ofrecía ella, por lo que siguieron quedando, siendo cercanos. Prácticamente Zayn solo salía con ella.
Y Jane incluso le había llevado a "El Ojo", al cementerio, incluso a su casa, había conocido a Fleur y a su novio, y muchas más cosas.
Eran uña y carne.
Simplemente Jane había sabido ocupar, involuntariamente, el vacío que dejó Bianca.


- Está más feliz. - dijo Trisha de repente.

- ¿Qué?

- Zayn, últimamente sonríe más- Tuvo una semana mala y bueno, tú fuiste su luz, por decirlo así.

- ¿Le iluminé el camino y le dije "ven, sígueme, anda sobre las aguas"? - la madre rió. 

- Ay Jane, eres única. Que suerte tiene Zayn de tenerte, de verdad. - la chica se sonrojó y dio un paso hacia atrás. Asomó un poco la cabeza y le vio. Estaba peinándose el pelo con los dedos, tan guapo como siempre. Zayn la pilló mirándole y sonrió, de la forma más sincera. Jane apartó la mirada y se centró de nuevo en el lavavajillas.

- Yo también tengo suerte de tenerte.


¿Pero por qué siempre se enamoraba de los chicos que estaban interesados en otra?






*NARRA ALEX*



Bonita forma de pasar una tarde de un sábado, ¿no?
Digo, en mi cama, bajo la manta.
Hace poco estaba leyendo, pero lo dejé porque había perdido las ganas.
Ya van tres semanas así.
¿La razón?
Todo.
Ya han pasado más de dos meses desde que me mudé, a casa de Robin, a que mi tía formase la vida que siempre quiso, tengo dos nuevos hermanos, una verdadera familia.
Pero a lo largo del tiempo han ocurrido muchas cosas, pero eso está relacionado con mi grupo de amigos.
Éramos una piña, una unidad, cuatro chicas y cinco chicos unidos, ¿y ahora?
Estamos separados.
Entre cosas de Zayn y Louis, y Bianca en el medio. A pesar de no querer levantar ninguna enemistad entre ellos, había provocado que ya ni se hablasen. Por otro lado, Niall pasaba más tiempo con Cecilia intentando recuperarla que con los demás. 
Odié que Cecilia y él rompieran. Eran perfectos el uno para el otro. Y verles separados se me hacía raro.
Aun así, era imposible no darse cuenta de las miradas que se echaban en clase, o en sí todo el tiempo.
Siguen locos el uno por el otro, y no soy la única que se da cuenta.
En mi opinión, Cecilia debería volver con Niall y punto, cuanto antes mejor, porque llegará el día en el que él se canse.
Y bueno, se podría decir que Harry y yo vamos muy bien.
La que sí que me da envidia es Victoria, siendo tan feliz con Liam. Cuando les ves juntos te entran ganas de tener novio cada hora.
Son adorables, pero sobre todo felices.
Solo hay que ver la sonrisa que pone Victoria cuando me cuenta lo de aquel domingo en su casa, cuando Liam creía que iba a romper con él.

"Y me dijo:¿te arriesgas conmigo o no? 
Y yo no sabía qué responder, le iba a decir que no, por miedo, pero es que le quería, y bueno, le quiero muchísimo, y me moría si le perdía. Asi que me lancé, le besé, y acabamos teniendo el mejor sexo de nuestras vidas en el baño, con la puerta cerrada, para que mis padres no nos oyesen."

Si me diesen un euro por la de veces que he oído eso saliendo de su boca sería rica, en serio.
Pero no la culpo.
Yo haría lo mismo si me hubiesen ido bien las cosas con Harry.
Pero no fue así.
A ver, ahora somos amigos, y nos llevamos así, pero él ya me ve solo como eso, como una amiga. Y yo...
Le sigo queriendo.
Aún recuerdo el momento del antes y después de todo, el lunes, cuando nos besamos.



*FLASHBACK*

Besé a Harry con todas mis ganas. Lo estaba deseando, y sabía que era una tonta por haber esperado tanto. 
Me juntó más a él y mi cuerpo no pudo estar más pegado a él. Mordí su labio y un leve gemido escapó de su boca.
Y ahí, paró.
Se quedó quieto, con los ojos cerrados, y después se separó.
Entonces supe que algo iba mal.


- ¿Qué pasa?

- Esto no está bien - dijo poniendo las manos en sus caderas.

- ¿Qué dices? Esto es lo que quieres.

- Sí pero... ¿De verdad lo quieres tú?

- Claro.

- Y creo que no. - Harry suspiró y se sentó sobre la cama. - ¿Sientes lo mismo por mí que yo por ti? - abrí la boca.

- Bueno... Yo... No tanto, pero sé que lo haré. - Algo no estaba saliendo bien. Bueno, algo, más bien todo. ¿Qué le pasaba a Harry? Quería llorar.

- Alex, mira. Para ti solo soy un capricho.

- ¡No!

- Y siempre se trata de ti. Tú decides cuando tenemos que dar un paso más, cuando dormir juntos, me dices que estarás conmigo si no quedo con Kaya, etc. ¿Y dónde quedo yo? Se trata de ti, tú eres la que toma las decisiones. - ¿Qué? ¿Cómo me podía decir eso? Hacía esto por él.

- Eso no es verdad.

- Sabes que sí. Y si voy a estar con alguien, quiero que ambos tomemos parte en todo, no solo uno. ¿Empiezas a entenderlo? - Y agaché la cabeza y asentí. ¿Que por qué hice eso? Porque entonces algo me dijo que tenía que dejar que decidiese Harry. Él se me acercó y me dio un beso en la frente. - Lo siento. De verdad que quiero que ocurra, pero no creo que ahora sea posible. - Sonrió tristemente, cogió su abrigo, y fue a marcharse.

- Harry....

- ¿Sí?

- ¿Vas a quedar con Kaya? -él sonrió con ironía.

- Tranquila que ahora no voy a quedar con ella. Supongo que veré una peli. - y se fue.


*FIN DEL FLASHBACK*


Quizás no imponerme fue el mayor error de mi vida.
Quizás si no le hubiese dejado ir no habría pasado estas tres semanas.
Quizás todo sería distinto.
Quizás sonreiría cada vez que me despertase.
Pero no fue así.
Quise complacerle, porque sabía que conmigo los días estaban contados.
Le dejé ir; para mí mi peor elección, para él su salvación.
Pero lo que tengo claro es que no era un capricho.
Le quiero, y lo hacía antes, solo que menos.
Cuando pierdes algo te das cuenta de su verdadero valor.
Ahora él estará con Kaya, besándose bajo un árbol, o de la mano por un parque.
Quien sabe.
Ni si quiera sé si están juntos.
Evito ese tema, y a pesar de que los rumores siempre llegan, yo no me creo nada.
Lo dejo abierto, como si en el fondo no quisiera saberlo; porque la esperanza de creer que él no es feliz queriendo a otra es lo que me mantiene.

Han sido unos meses difíciles.
Primero el grupo se separa, y ahora yo estoy delirando por un chico, el cual es mi medio primo, el cual vive en mi casa.
Es de locos.
Pero hay que profundizar en la historia para entender el final.

Nadie vería bien que una chica que se acostó con un chico hace meses y que le abandonase por la noche ahora sea la novia de él.
Ni que dos chicos que antes se odiaban ahora se quieran, aunque a distancia.
Tampoco que los que eran mejores amigos se acostasen, se enamorasen, y que a la vez ella estuviese enamorada de otro y que acabase debatiéndose sobre a quién querer.
Y menos aún que el mejor amigo del novio de una chica se enamore de esta, y que a la vez vivan en la misma casa.

Son cosas que no se pueden comprender desde fuera.
Todo lleva su historia, la cual nosotros conocemos.
No sé lo que dirá la gente, ni lo que pensará.
Pero me da igual.
Ellos no saben sobre nosotros.


FIN



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LEED LEED LEED LEEED PLS PLS PLS PLS PLS

Joder, no me creo que esté aquí, de verdad. Esto es surrealista. Acabo de terminar mi segunda novela y buuuf es increíble.
Tengo tantas personas a las que agradeces que bueno, allá voy
primero obviamente a mis lectoras, cada una es especial, y cada una ha hecho esto posible
Pero profundizando más hay personas que merecen todo mis respeto, como mis Willis, a quienes quiero con locura,a pesar de todo. 
A mis fans incondicionales, Pat Sara Jaime y Adela, que les adoro srly
a mis mejores amigas, a Gabilondo por ser tan pesada (siento que halex no acabase bien), a Marilú y Moni aunque no se lean la novela, a Nerea, porque ella es la verdadera Alex, y a muchas más.
a todos los de mi curso que se molestan en leer 
sobre todo a mis chicas de segundo de la eso, que son amor, en especial, (con las que tengo más relacion) Ana y Lucia, las cuales adoptaria, #jurao
Gente que he conocido en tw, de mi antiguo cole, a la que no conozco,y no nos olvidemos de todas las lectoras del colegio de mi amigo Jaime Nadels
Gracias
se que falta gente, pero mi memoria no da para más.
Me da pena que se acabe, de verdad, y gente me matará por este final, pero mi cabeza me obligaba a que fuese así.
No quiero que me olvideis ni que me abandoneis, por eso haré una nueva novela, cuyo link es http://becauseimhalfaheartwithoutyou.blogspot.com.es/
Ojalá algún día consiga algo grande, y todo será gracias a vosotras, y a Jaime, que es chico ajajajajaj
espero que hayais disfrutado con la novela tanto como yo
millones de gracias
Lidia:)
PD: Jims, siento lo de Ciall

jueves, 13 de febrero de 2014

50. And let's go crazy together.


- Sigo sin creérmelo - Alex volvió a abrazar a Cecilia, ya iban tres veces, mientras ella lloraba.

- Y yo lo oí todo... Y tuve que soportar las cenas con ella, haciendo como si nada - sorbió la nariz y volvió a llorar más fuerte - Y mi padre... Nunca he tenido mucha relación con él pero es que no puede pasar por esto, que él la quiere, aunque mi madre sea una perra - apretó más fuerte a Alex. Ella estaba a punto de llorar solo de escuchar cómo Cecilia lo hacía. - Y dijo que había dejado de querer a mi padre hace tiempo, y seguro que a mí también. Siempre me ha odiado, o me ha querido poco. Me ha tratado como si fuese una guarra y como si todo lo hiciese mal, y yo ya en cierto punto no sabía cómo hacerla feliz, y tiré la toalla... Y sé que se quiere llevar a Kate, quiere quitársela a papá, solo porque a Kate la obliga a ser como ella, pero en el fondo es buena, y aún es pequeña, y todo esto le va a joder la vida y... - No siguió hablando. No podía hacerlo. Se sentía mal por ser una carga en ese momento para Alex, pero necesitaba desahogarse.

- Tú ahora tienes que apoyar mucho a tu padre.

- Lo sé.

- Mira, con todo el respeto del mundo, tu madre es imbécil. En realidad es su propia decisión, pero su error está en habérselo callado tanto tiempo. 

- Es que cada vez que mis padres se hayan abrazado o besado o... algo más, era mentira. - Cecilia suspiró con fuerza y se separó de su amiga, frotándose los ojos. - Y sé que no he sido la mejor persona del mundo, pero esto no me lo merezco, ¿no? Y además... - se calló.

- ¿Además qué?

- Niall - dijo por lo bajo. Alex alzó una ceja, mostrando interés - Es como si no estuviera. Siento como que pasa de mí, y que no estoy entre sus prioridades. No pido ser la primera cosa más importante para él, pero es que ni siquiera soy la quinta, ni la sexta. Y cree que todos mis problemas son o rayadas mías de chica o cosas de la regla. Y aunque ni si quiera sepa lo de mis padres, yo creo que es obvio que estoy mal. Tengo ojeras, ya casi no me arreglo tanto el pelo, voy a clase con sudaderas y vaqueros solo, etc. No sé, siento como si yo estuviese cien por cien para él o él para mí no. Pero quizás le agobio, quizás yo soy demasiado insistente y exagero y en realidad él se aproxima lo justo... - dejó salir el aire - Ni idea, pero siento que me muero cuando noto que él no se percata de como estoy.

- ¿Has probado a hablar con él? 

- No, pero tengo miedo a que no sé… No sé a qué tengo miedo. – Se quedó suspirando - ¡Sabes cuál es mi principal problema? Que dependo mucho de Niall, y solo estoy feliz si consigo que él me haga feliz, y si no estoy triste y ante todo reaccionaré de forma triste. Soy demasiado… Dependiente. 

- Eso es verdad – admitió Alex.

- Tengo que hacer algo… - volvió a suspirar, más tristemente, fijando la mirada en un punto perdido en el suelo de la casa de Alex. 

- Anda, ven aquí – abrió los brazos para ella, con intención de abrazarla. Y así fue, mientras Cecilia volvía a llorar de nuevo.



(…)



Zayn se peinó el pelo con los dedos mientras sujetaba con la otra mano el móvil, pegado a su oído.

- ¿Que qué? – exclamó.

- Que te quedaría bien un piercing en el labio. – Zayn rió.

- Estás loca. No me voy a agujerear el labio.

- Ah claro, pero en cambio te haces muchos tatuajes, tiene sentido. – Jane rodó los ojos en su casa.

- Pero es que… Un tío ahí, con la aguja, uf… - Zayn tuvo un escalofrío en ese momento.

- ¿Sabes a quién le quedaría bien ese piercing?

- A Louis. – contestó él monótono.

- Eh, sí.

- Estás obsesionada. 

- Perdona pero no, simplemente me interesa.

- Pues tú a él no. – Zayn sonrió maliciosamente.

- Gracias, da gusto tener amigos tan sinceros – contestó ella con ironía. – Pero te digo yo que sí, que cuando quedamos había algo. Y bueno, cuando estuvimos en el centro del corro…

- ¿En qué centro?

- Nada, cosas nuestras.

- Ah. – se quedó pensando – A ver qué hacemos con Bianca y Louis.

- Pues tú con Bianca y yo con Louis.

- En serio Jane, me asombra tu inteligencia. 

- Oye, cuidado que soy mayor que tú. – él resopló. Siempre que podía le echaba en cara lo de ser un año mayor. 

- Bueno, cambiando de tema, tengo un plan.

- Dime.

- Tú quedas con Louis este sábado, y te declaras. Os besáis, copuláis donde sea, os casáis y Bianca para mí.

- Ya claro, ¿pero no has pensado que quizás me rechace?

- Por favor, eres una morenaza increíble – Jane se sonrojó – si te rechaza o es gay o no le funciona el pene, una de dos. – ella rió. 

- O que quizás prefiere a Bianca.

- ¿No estabas tan segura de que entre vosotros dos había feeling? – la chica resopló. Mira que era retorcido el niño.

- Sí pero… - volvió a resoplar. Maldito mamón. – Pero… Yo haré eso solo si tú cumples una condición.

- Sorpréndeme.

- Que le digas a Bianca que te has acostado con otras.
- Eh… ¿Eres tonta? El objetivo del plan es que ella esté conmigo, no que me odie.

- Se pondrá celosa, créeme. Y pensará más en ti que en Louis.

- Pero… uf.

- Y si no lo haces, entonces yo no hago mi parte, y Louis y Bianca acabarán siendo parejita, se darán besitos y se acostarán y se casarán y tendrán hijitos pelirrojos de ojos azules.

- No creo que…

- Imagínatelos, a ellos, en una casa, juntos, siendo felices mientras una niña pequeña abraza a Bianca. – Zayn puso los ojos en blanco.

- Eres una zorra de mucho cuidado – ella rió.

- ¿Entonces trato hecho?

- Vale… - aceptó con resignación.

- Y si no sale bien, siempre podremos acabar nosotros dos juntos – bromeó ella.

- ¿Siendo parejita, dándonos besitos, acostándonos, casándonos y teniendo hijitos de pelo negro y tatuajes? – Jane sonrió.

- Si te haces el piercing en el labio acepto – continuó con el juego.



(…)




Cecilia llegó a casa después de la hora de cenar. Había cenado ya en casa de Alex, y puso un mensaje a su padre para que se quedase tranquilo. Si por ella fuera, se hubiese quedado a dormir en casa de su amiga, y ya que estamos a vivir. No quería enfrentar todo lo que se le iba a venir encima, peor por otra parte tenía que apoyar a su padre, ante todo. Cerró la puerta con cierto miedo y finalmente atravesó el pequeño pasillo. Sabía que su madre estaba en el salón, veía la luz de la lamparilla de la esquina encendida.
Sin hacer ruido, pasó por delante y llegó a las escaleras. Sabía que su madre la habría visto, pero sinceramente, le daba igual. Iba a pasar de ella, se lo merecía.
En el piso de arriba, se acercó al despacho de su padre, el cual tenía la puerta abierta. Se asomó, viendo a Jared con una taza de café entre las manos, con la mirada perdida.

- Papá – le llamó – Ya estoy aquí – él alzó los ojos e hizo un intento de sonreír. A Cecilia se le partía el alma viendo a su padre así. No porque tuviese con él la relación más fuerte del mundo, sino porque nunca hubiese imaginado verlo en tal situación.

- Está bien… - él se frotó el pelo – Cecilia, siento que… que bueno, que estés pasando por esto.

- ¿No tendría que ser yo la que te dijese eso? – esta vez él sí que sonrió, brevemente, pero de verdad.

- Aquí yo soy el padre, me toca a mí preocuparme primero por mis hijas. 

- ¿Kate ya lo sabe?

- No… No creo. No es tonta y sospechará que algo pasa, pero técnicamente no se lo he dicho. – Cecilia asintió lentamente, mirando hacia abajo. – Oye, sé que no soy tu persona favorita en el mundo…

- Eso puede cambiar. – confesó sinceramente.

- Sí. Ahora me voy a interesar más por vosotras. No voy a dejar que tu madre rompa esta familia más de lo que ya ha hecho.
- Me parece bien. – sonrió con cierta tristeza. La cosa buena de esto, si es que había cosa buena, es que Cecilia iba a tener más afinidad con su padre. Quizás descubría cosas nuevas que antes no había descubierto. – Pues… Estaré en mi cuarto.

- Vale. 


Cecilia se alejó de ahí, dándole tranquilidad a su padre. Llegó a su cuarto y tiró el abrigo, al suelo, después se quitó la ropa y su puso el pijama. Finalmente se tiró sobre la cama. Ahora mismo todo era un caos, y no sabía qué hacer con nada. Se sentía perdida, sin rumbo. 
¿Si no podía manejarse a sí misma, cómo manejaría las demás cosas que le rodeaban? 
Y luego estaba Niall… Su cabeza era un lío de enjambres, sin ser aclarada. Y cada vez se enredaba más y más. Le quería, de eso no había  duda. Le quería como nunca había querido antes a nadie. Pero, ¿y si ese era el problema? Una idea se le iba formando en la cabeza, una solución,  pero la quería alejar con todas sus fuerzas. No quería hacer lo que su cabeza le pedía. 

Finalmente, se acabó quedando dormida, pensando que acabaría teniendo pesadillas por todas las cosas malas que se le juntaban ahora, pero eso nunca ocurrió, pues a las dos de la mañana su hermana, Kate, la despertó.


- ¿Qué haces aquí? – se preguntó la mayor, encendiendo la luz de la mesilla y frotándose los ojos.

- He oído a mamá y papá discutir, y ahora no puedo dormir. – Cecilia se mordió el labio, suspirando después. Su hermana no era santo de su devoción, pero la situación obligaba a no ser dura con ella.

- Ven aquí, anda. – levantó la sábana y Kate se metió, quedando tumbada mirándola. Cecilia apagó la luz.

- ¿Tú me odias? – preguntó entonces su hermana.

- Claro que no. – contestó.

- Pero tampoco me quieres mucho. – se oyó el suspiro de Cecilia.

- Eres mi hermana, por supuesto que te quiero.

- ¿He sido mala contigo?

- A veces. – Kate calló unos segundos.

- ¿Por qué discutían papá y mamá? 

- Por cosas de mayores.

- ¿Mamá se va a ir de casa? – Cecilia no sabía qué contestar. Quería decirle lo que pensaba, que su madre era una perra, una oportunista, arpía, egoísta, inepta, egocéntrica, ególatra, bruja, fresca, vil, cruel, y que quizás Kate había sido el resultado del fallo de un condón. Que su madre las había estado engañando todo este tiempo.

- Seguramente – contestó al final, dejando sus pensamientos arraigados en la mente.

- ¿Y papá?

- A papá… Hay que quererle mucho ahora. 

- Yo ya le quiero mucho. – por último Cecilia sonrió, y la habitación se sumió en silencio. Sí, definitivamente ciertas cosas iban a cambiar.



(…)




- Bianca… Es que a ver, ¿te acuerdas de todo lo que pasó el viernes? Pues después fui a un local, y bebí, y bueno, una chica se parecía a ti y… ¡No! – se llevó las manos al pelo. Zayn iba caminando hacia el colegio, planeando lo que iba a decirle. Si lo hacía ese día, Jane quedaría con Louis cuanto antes y… Bueno, estarían entretenidos. Y Bianca solo para él. Por Zeus, negó con la cabeza. Se estaba volviendo un obseso, ¡y todos por dos polvetes y ya! Pero es que Bianca hacía que las cosas más pequeñas pareciesen mil veces más grandes.

Entró en el edificio y deseó no encontrarse a Louis y a Bianca juntos al lado de la puerta de clase, porque entonces sí que no podría decírselo, y se enfadaría, y la cosa acabaría mal.
Pero eso no pasó, sino que la zona de la puerta no presentaba ninguna cercanía de Louis ni de la chica. Suspirando, entró en clase, y la vio sentada en su sitio. Debían faltar apenas dos minutos para que comenzase la clase. Se paró al lado de su amiga y abrió la boca para hablar, trabándose un poco. Ella se dio cuenta entonces de que estaba ahí.

- Mmm…  Hola – saludó ella un poco incómoda.

- Hola Bianca… - Zayn hizo un intento de sonrisa. Todo esto parecía muy raro.

- ¿Pasa algo? – Bianca pensaba que ya le iba a soltar otra cosa sobre que si Louis, o algo así.

- Eh… Tengo que decirte una cosa. – Zayn se mordió el labio. ¿Se lo diría? ¿Pero y si le odiaba para siempre? Aunque, siendo sinceros, ¿por qué le iba a odiar? Ella eligió a Louis, a pesar de lo que diga Jane. Asi que no le odiaría, simplemente le traería al fresco si se tira a una o a mil. Pero quizás no ocurra eso, y quizás sí que le importe, o…

- ¿Zayn? – Bianca le sacó de sus pensamientos. Había estado demasiado tiempo jugando a comerse la cabeza, que cuando fue a abrir la boca de nuevo, el profesor ya estaba dentro de la clase, mandando callar a todo el mundo.

- Eh... Te lo digo cuando acaben las clases, antes de irnos a casa - Bianca asintió, preocupada, pues Zayn, lo largo de la semana, le había hablado no más de cinco veces. Finalmente, el chico se sentó en su sitio. 




Últimamente, las clases para Zayn pasaban muy rápido. 
Solo tres horas de materia, después recreo, el cuál estos últimos dos días los había pasado dentro de la clase, "estudiando", aunque estaba con el móvil, pero la cosa trataba de no ver a Bianca y a Louis juntos, y después del recreo, otras tres horas y ya. 
Después se iba a casa , y allí o estudiaba, de verdad, o dormía, no más.
Ese día no fue distinto.
En un abrir y cerrar de ojos, ya sonaba el último timbre que cerraba las clases.
Zayn suspiró. 
Se había pasado todo el rato meditando en si debía hacerlo o no. ¿De qué servía contárselo? En realidad podían sobrevivir sin ese tema, sin hablarlo nunca. Simplemente como un desliz.
Pero se lo había prometido a Jane, y lo prometido a Jane, quedaba prometido hasta la incineradora, o algo así le dijo ella el día anterior.
Zayn se levantó, observando que Bianca salía de clase. ¿Se había olvidado de que tenían que hablar? Si era así, Zayn se juró así mismo que ya sí que ese tema se quedaba oculto para siempre.
Si es al contrario pues...
El chico salió de la clase con la cabeza agachada, pensando en sus cosas, hasta que se atrevió a alzarla.
Louis sujetaba la cara de Bianca con las dos manos y le daba un beso en la frente.
'Solo un beso, solo un beso en la frente' se repetía así mismo.
Pero si sólo era un beso en la frente, ¿por qué de repente se sentía tan enfadado y con ganas de destrozar cosas?
Una palabra, cinco letras: celos.
Su mandíbula se tensó y los puños se apretaron. Apoyó su cuerpo en las taquillas y miró hacia otro sitio, sabiendo que si veía una escena ñoña más se pondría a vomitar arcoiris.

Louis se despidió finalmente de Bianca y se alejó de ella, sonriéndola. La chica sonrió de vuelta, y después miró hacia los lados, buscando a Zayn con la mirada. Le encontró, en las taquillas. Se acercó él mordiéndole el labio, nerviosa. ¿Qué era eso que le tenía que decir?
Se apoyó ella también en las taquillas y quedaron colocados frente a frente, a menos de un metro de distancia.


- Bueno... - ella suspiró.

- Parecéis muy felices. - la cara de Bianca se entristeció un poco. Otra vez le sacaba el tema Louis.

- No estoy saliendo con él.

- Queda poco, ¿no? - Bianca no contestó a esa pregunta.

- ¿Era eso lo que ibas a decirme? Porque entonces me voy.

- No, no, no. - Zayn sonrió maliciosamente. Estaba enfadado. No le gustaba sentir celos de nadie. No le gustaba ese sentimiento de tener las alas cortadas. - Lo que venía a decirte es que mira cuánto te quiero que el viernes, nada más soltarme toda la mierda que me echaste, me tiré a dos chicas espectaculares. - Bianca dejó caer un poco su mandíbula. ¿Por qué se ponía tan brusco con ella? ¿Y por qué algo en Bianca se había hecho pedazos? - Asi que eso. No te quería, y seguro que gustar tampoco. Solo algo que se me antojó y ya.

- ¿Algo? - susurró por lo bajo ella, sintiéndose más que insultada.

- Que tuvimos sexo de puta madre pero el mismo que puedo tener con otra que encuentre en cualquier sitio. Asi que disfruta con Louis, porque a mi ya me da igual. Me das igual. - Bianca se mordió la mejilla por dentro. ¿Por qué le decía todo eso? Zayn, en todos los años que llevaban como mejores amigos, nunca se había puesto así. Bianca quería llorar. En apenas unos segundos de repente se sentía más ofendida que nunca. - Eso es todo, majestad. - ironizó él haciendo una reverencia.


Ya concluida la conversación, Zayn se alejó de ahí, con fuertes pasos y sin mirar atrás.
Sabía perfectamente que ese no era el trato con el que un amigo debe tratar a su mejor amiga.
Pero Bianca ya no era su mejor amiga, no.
Ahora era la chica de la cual él se había enamorado.



Nada más abandonar el centro, Zayn cogió el teléfono y marcó un número, rogando que respondiesen.


- ¡Buenos días! - dijo Jane feliz al otro lado.

- ¿Te acabas de despertar?

- Sí, es que hoy tengo prácticas por la tarde. 

- Ah vale. Por cierto, que sepas que lo he hecho.

- ¿El qué? - preguntó confundida.

- Lo de Bianca.

- ¡Ah, hostia! ¿Y qué tal?

- Bueno, no ha sido como me lo imaginaba. Yo estaba enfadado y bueno... Quizás me he pasado un poco.

- ¡Mejor! - Zayn frunció el ceño.

- Tienes u problema, eh. Mejor no. Directamente la he cagado.

- No, no no. Ahora estará rayada por tu culpa. 

- No pillo por donde vas- se la oyó suspirar.

- Pues que no estará atenta a Louis, sino que pensará en tus cosas. - Zayn  se mordió el labio - Asi que... Louis acabará centrándose más en mí. Ala, todos felices. Te voy a colgar porque tengo que pensar en un plan para mañana y necesito dormir más. Adiós. - colgó la llamada rápidamente, después de decir todo eso a gran velocidad. Él se sorprendió. Esta chica era muy rara.




(...)




Louis rió con una escena de la película que estaban viendo él y Bianca en el salón de ella, por la tarde.


- Definitivamente la segunda de American Pie es la mejor. - volvió a reír con otra cosa de esta. Bianca también emitió un sonido parecido al de una risa, pero rápidamente volvió a centrarse en sus líos mentales. Estaba bastante confundida. Desde que Zayn se había ido del instituto, ella no paraba de darle vueltas y vueltas a todo. ¿Por qué se había acostado con otra? ¿Y por qué le afectaba tanto? ¿Y por qué se lo había dicho de tal manera? Además, lo que más le turbaba era ese sentimiento, como de estar incompleta que tenía en tal momento. - Esta canción es de Sum 41 - Louis comenzó a cantar por los bajo la canción que sonaba en la película, "Fat Lip". Bianca le miró. Estaba tan guapo... Y al oírle cantar así, tan débilmente, sonrió. Le encantaba Louis. 'Y Zayn' pensó involuntariamente, y se castigó a sí misma por eso. Los líos en su cabeza volvieron a estar presentes. Minutos después, el chico le di al pause y paró la película, mirándola entonces ahora - Vale, te pasa algo.

- ¿Qué? - Bianca salió de su burbuja y le miró.

- Estás rara. No hablas, no ríes, ni nada. - ella suspiró.

- Es una tontería, da igual.

- Hasta tus tonterías me parecen lo más importante. - Bianca se giró un poco más hacia él.

- Es Zayn.

- Lo imaginaba.

- Me ha dicho que se ha acostado con otras estos días.

- Hombre, él es él, no es algo que nos pille de sorpresa.

- Ya... Pero... - volvió a suspirar.

- ¿Te ha molestado? - Bianca no contestó, pero miró hacia abajo. Quien calla, otorga, ¿no? Louis sacudió la cabeza brevemente.

- Louis, sabes que me gustas. - él asintió - Pero el problema... - el móvil de él empezó a sonar, cortando la situación .

- Lo siento. - él se puso de pie y se alejó, yendo hacia la cocina. - ¿Si?

- Hola ojazos.

- Hola Jane - contestó sonriendo.

- Te he montado un plan, y prohibido decir no.

- Dime. 

- Mañana, sábado, por la noche, cena en un sitio que te va a gustar. Te recogeré a las siete, en tu casa. 

- Mmm - se quedó meditando unos segundos. - Vale, está bien.

- Pues adiós Louis, te dejo que estoy llamándote de estrangis en clase de química. -él sonrió.

- Adiós.

- Adiós. - y fin de la llamada. Louis se guardó el móvil en el bolsillo. 

- Mi madre - le dijo a Bianca, aunque no sabía porqué había mentido sobre Jane. Se sentó al lado de su amiga.

- Lo que estaba diciendo es que me gustas, pero también Zayn, y no sé cuál es más fuerte. - Louis suspiró.

- Me da igual. Esperaré lo que haga falta.




(...)




El tiempo pasaba rápido en esa pequeña ciudad en la que ocurrían más cosas en una semana que en un mes en Mystic Falls. El sábado había llegado, y cada uno sufrió la monotonía de siempre, pero había alguien, un chico, que esa tarde noche no estaba preparando la cena como haría normalmente, sino que se vestía para salir.
Louis se puso la camiseta negra. No había elegido una negra para gustar más a Jane, bueno, quizás algo parecido. Había escogido ese color porque... quien sabe, quizás le resultaba más agradable para los ojos a la chica.
Cogió la chaqueta vaquera con el cuello forrado que tenía y se la puso. Agarró las demás cosas que necesitaba y, una vez listo completamente, bajó al piso de abajo. 


- ¿A dónde vas? - preguntó una de las gemelas acercándosele.

- Ceno fuera.

- ¿Con quién?

- Con una amiga.

- ¿Es tu novia?

- No.

- ¿Y entonces por qué cenas con ella? - Louis suspiró, divertido.

- Los chicos pueden cenar con chicas sin ser novios, ¿sabes?

- Eso es mentira. - él sonrió.

- Ya verás cuando seas mayor. - Le dio un beso en la mejilla y después se asomó al salón. - Mamá, me voy - le dijo a su madre, Jay.

- Vale, ten cuidado. Y no llegues muy tarde.

- Vale. - volvió a la entrada y abrió la puerta, saliendo después por ella. Una vez fuera, no tuvo que esperar mucho, pues el coche de Jane apareció en apenas unos minutos.

- Hola ojazos - ella sonrió, y Louis robó un segundo para observarla. Siempre iba de colores oscuros, pero eso no significaba que no tuviese estilo. Aquella noche llevaba unos leggins negros con el logo en grande, varias veces, de los Ramones. Aparte, llevaba una camiseta sin mangas también negra más larga de lo normal, y entre el pecho y la cadera había una franja ancha en la cual la tela era transparente, como de gasa. Louis pensó que así se helaría, pero supuso que en algún lugar tendría una chaqueta. Lo último en lo que se fijó fue en el piercing de la nariz. No le gustaba nada, de nada, pero en ella quedaba peculiar, incluso bien, pero es que cualquier cosa que llevase Jane parecía bonita.

- Hola - saludó él de vuelta. Una vez sentado en el coche, se puso el cinturón. - ¿A dónde vamos esta vez? ¿A una reunión de emos? ¿Un bar de vampiros? ¿Vamos a matar gente? - ella rió.

- No. Vamos a ir a una pizzería. - Louis quitó su cara de emoción.

- Ah. Bueno, sí, sitio interesante. Hacen eso tan... enigmático, llamado pizza. 

- ¿Siempre eres así de tonto? - se burló - Vamos a recoger nuestra comida. ¿O es que pensabas que te iba a hacer un sandwich de salchichón. - Louis se sonrojó. Vaya, sí que había quedado como un tonto.





Una vez recogida la comida, Jane siguió conduciendo, mientras Louis le interrogaba intentando averiguar el sitio. Ella siempre le llevaba a lugares que a él ni si quiera se le pasarían por la cabeza.
Bueno, a ver, en cierta medida. Solo habían quedado técnicamente dos veces: una el día del local-concierto, y otra el del piercing. Pero que a lo que Louis se refería es que cuando vas a quedar con alguien, ni tu primera, ni tu segunda opción es "vamos a que te perforen el cartílago de la nariz".
Y por eso, el chico no sabía qué esperar. Cualquier cosa podría ser. Quizás le llevase a un parque de atracciones abandonado, que en sí, tendría su morbo.
Finalmente, tras contemplar varias ideas en su cabeza en la que el término "abandonado" era tendencia, el coche paró, en un sitio que Louis había pensado, pero lo había descartado porque era estúpido. 


- ¿¡El cementerio!? - Louis tenía los huevos bien puestos, pero debía admitir que ese sitio no le transmitía la mejor de las sensaciones. 

- Sí - Jane bajó del coche sonriendo y se puso una chaqueta de punto gordo de color gris oscuro por encima. Abrió la puerta de detrás y sacó una mochila. - Coge la comida, por favor - pidió ella. Louis obedeció un poco dudoso.

- ¿Y qué se supone que vamos a hacer aquí? 

- Aunque abrir tumbas es tentador, simplemente vamos a tener una noche al aire libre en un ambiente fantasmagórico.

- Joder... Voy a pasar la noche con una loca. ¿Qué he hecho con mi vida? 

- ¡Te he oído! - Jane se había acercado a la verja que rodeaba todo el cementerio. Justo estaban al lado de la puerta, aunque estaba cerrada. Desde ahí, Louis veía como cubos enormes de piedra que tenían inscripciones adheridas, para que ahí, dentro del cubo, se conservasen las cenizas de las personas incineradas. Jane empezó a trepar, con la mochila en la espalda. Subía por la puerta, ya que estaba tenía barrotes horizontales entre medias, a diferencia de la parte de la verja. 

- ¿Y yo cómo subo con la comida? - dijo él, cuando la otra estaba al otro lado. 

- Pues subes, y cuando estés casi arriba, te cojo la comida y así tú, princesita, puedes atravesar sin problemas de romperte una uña. 

- Me tratas fatal, lo sabes, ¿no? - comentó mientras ambos empezaban la maniobra de pasar por encima de la puerta.

- Voy a la uni y tú aún al instituto, tengo todo el derecho del mundo a tratare como quiero. - Louis bufó, ya ambos en el suelo. Louis miró el lugar. Era un cementerio normal y corriente, pero no como él imaginaba. En su cabeza había cuervos y árboles que tenían sombras raras, además de que todo estaría a oscuras. Que conste que Louis había ido a muy pocos cementerios, y solo de pequeño y de día.

- Oye, ¿por qué están las luces encendidas? - dijo mirando las farolas que se repartían por el lugar. Ambos empezaron a andar, Louis siguiendo los pasos de ella. 

- Porque hay un horario de visitas nocturno.

- Pero si la puerta está cerrada.

- Bueno, la otra no.

- ¿Cómo que hay otra? ¿Que hemos tenido que pasar por encima de esta habiendo otra abierta?

- Es que así era más divertido, y bueno, también porque nos pilla mas cerca.

- ¿De dónde?

- De la zona de los ricachones - alzó una ceja. - Ya sabes, la parte en la que las lápidas son flipantes, con ángeles de piedra, y diosas, y de todo. - Louis asintió. Continuaron andando unos minutos más, y en cierto momento Jane sacó su móvil y comenzó a grabar. - Bueno, aquí estamos, esto es Fenómenos Paranormales y hemos vendo a un cementerio a estudiar los rastros espectrales de la zona.

- ¿Qué te fumas?

- Yo soy Jane, y ese es mi amigo Louis, el cagueta del grupo, que se hace el machito pero en realidad está cagado, ¿a que sí? - ella notó cómo Louis le daba un golpe en la espalda - Lo que yo decía. Y respecto a tu pregunta, fumo maría, pero no muy a menudo, como una vez a la semana. - él rió.

- Por favor, que nos están viendo niños desde sus casas. - siguió con el juego.

- Ups. - continuaron su propio programa inventado, diciendo tonterías y haciendo como que cada lápida por la que pasaban estaba encantada. - Aquí está bien. - dejó de grabar y Jane dejó  la mochila en el suelo. Habían parado justo al lado de una tumba que tenía un ángel de piedra sobre un prisma rectangular también del mismo material. Probablemente Jane había ido a aquel sitio bastantes veces. Louis leyó la lápida.

- ¿Imeldine? ¿Quién coño se llama así? - se burló el chico.

- Mi abuela, imbécil.- Jane le fulminó con la mirada.

- Ah, que ella es... Está... Joder lo siento. - la chcia empezó a reírse.

- Me encanta vacilarte, ¿sabes?

- Eres mala. - ella se encogió de hombros y sacó de la mochila una manta que extendió en el suelo. Después se tumbó soltando un suspiro como de alivio. Vio a Louis aún ahí de pie.

- ¿Vienes? 

- Claro. - hizo lo mismo que ella pero él quedó sentado. Abrió la caja de la pizza y le pasó un trozo a ella, luego él se quedó con otro. - Gracias, supongo.

- ¿Por?

- Bueno, siempre me llevas a sitios que son increíbles, y no sé, me alejas de todos los problemas que tengo ahora mismo asi que... Gracias. - ella se mordió el labio. 

- Tú también me haces olvidar los líos que me rodean, si sirve de consuelo.

- ¿Qué problemas puede tener una chica que simplemente disfruta de la vida? - ella sonrió tristemente.

- Que a veces eso no es suficiente, y necesitas algo más... o a alguien - esto último lo dijo por lo bajo, de forma que no le oyó. Jane suspiró, y tras acabarse el trozo de pizza, se volvió a tumbar. - Vaya mierda de cielo - dijo mirando hacia arriba - puta contaminación. Yo quería ver las estrellas.

- Podemos imaginarlas - sugirió Louis. 

- Oh, espera, espera un momento - Jane se incorporó - Creo que voy a vomitar algo... 

- ¿Estás bien? - se preocupó él.

- Es que tengo que vomitar... una tonelada de arcoiris con purpurina de cola de unicornio. Por favor Louis, ¿imaginar las estrellas? Es típica frase Disney. ¿Qué es lo siguiente?

- ¿Yo creo si creo yo creo en las hadas? - dijo él frunciendo el ceño.

- Uy, esa es buena. - levantó la mano y la chocó con Louis. Después se volvió a tumbar, y él también. -Venga, cuéntame algo. Algo secreto, que no sepa casi nadie. 

- ¿Algo secreto? - Louis la miró.

- Sí, algo.

- Mmm pues... - se quedó callado. No sabía qué decir.

- Yo de pequeña - empezó a decir, para dar arranque - mezclé las pastillas de mi abuela, y se tomó una que no era. Y le salió algún efecto secundario y se estuvo haciendo caca encima todo el día. Y se cayó de la cama. - Louis soltó una sonora carcajada.

- No mames.

- Lo juro solemnemente. 

- No puede ser. - siguió riéndose, hasta que por fin se le vino una cosa a la cabeza.

- Yo cuando estaba en octavo... Me lié con una profesora de prácticas. - Jane se puso de costado.

- ¿Enserio? ¡Que guay! Yo siempre he querido tener una historia rollo profe alumno. 

- Fue divertido, el mes que estuvo en el instituto, ero luego se fue y ni idea de lo que hace.

- ¿Era joven?

- Solo me sacaba seis años.

- Vaya.

- Y mmm esto no lo sabía nadie, porque no quería que pensaran mal de mí. Ni si quiera se lo conté a Harry. Pero sé que tú opinarías otra cosa asi que... Siéntete afortunada. 

- Lo hago. - sonrió. - Pues... Yo de pequeña, bueno, pequeña, quince años, me peleé con mi padre. Super fuerte. Creo que fue por una tontería, rollo no hacer la cama o no ayudar, pero acabó la cosa peor y... me fui a mi cuarto y me escapé por la ventana. Pasé todo un día fuera, odiando a mi padre, pero me arrepentí y volví a casa, y cuando llegué, por la noche... Nadie se dio cuenta de que había estado fuera. Y... Supongo que ahí fue cuando empecé a despreocuparme de todo, porque si había gente que ni se preocupaba por su propia hija, yo no tendría por qué preocuparme por tonterías. El momento de llegar a casa y que nadie se hubiese acordado en todo el día de mí, ni si quiera mi madre... Nunca se me olvidará, ¿sabes? - Louis notó como esta vez su voz era totalmente distinta a otras veces. Era como más temerosa, poco fiable. Y Louis vio por fin la faceta sensible de Jane, la que aún no había descubierto, y que apostaba a que poca gente lo había logrado también. - Pero bueno, ya ha pasado mucho tiempo desde entonces. - Louis se mordió el labio y después bajó la mano y la entrelazó con la de la chica. Ella miró el gesto, el cual para ella había significado cielo y alma. - ¿Algún otro secreto? - preguntó, notando cómo al lado de él sus problemas volvían a esfumarse. 





Más o menos dos horas después, o quizás una y media, decidieron que era el momento de irse a casa. Además, a las once y cuarto cerraban el cementerio ya definitivamente, y aún había que volver hasta el coche.
Caminaron juntos hasta que llegaron a la puerta, y esa vez les fue más fácil atravesar, o al menos a Louis.
Se subieron al coche y comenzaron el rumbo a casa.


- Louis... - dijo ella en un momento. Tomó aire,  empezó a hablar - Mira, me interesas. Sí, en el sentido de interesar que quiero estar contigo. Y sé que ahora mismo te interesa Bianca, y también sé que no existe ningún Gordon y que Bianca se acostó con Zayn. Y vale, que lo que he dicho, que estás interesado en ella, pero cuando nosotros pasamos tiempo juntos estamos genial, y disfrutamos y yo que sé, lo que dijimos de los problemas, como que me siento bien contigo. Y lo único que quiero saber, es si tengo alguna posibilidad en algún momento. - dijo todo de golpe, como si las palabras no tuviesen control. Louis bajó y subió la mandíbula, y volvió a bajarla y subirla. Tenía que procesar todo eso. Jane, la Jane que podía tener cualquier tío gótico pero muy tumblr, ¿va y se interesa por él? Louis no sabía ni qué decir. Simplemente le parecía todo... Surrealista. - Pues bueno... Tu silencio puede significar o que no, o que sí, o que piensas que soy una puta loca.

- No...

- ¿No a qué? ¿No al no, no al sí, o no a lo de loca? 

- A lo de loca y a lo de... - Louis se pasó las manos por la cara - Jane, no adivino el futuro y no sé qué pasará en unos meses, pero ahora solo me gusta Bianca, y si voy a salir con alguien, quiero que sea con ella. - la chica asintió. Ahí estaba.

- Pues nada, ya está dicho. - apretó un poco más fuerte el volante. - Nada que el helado no arregle. - Intentó poner humor, peor un muro se había levantado ahora entre ellos, y mantuvieron el silencio el resto del viaje. 




- Jane - Louis se soltó el cinturón, ya habían llegado. - ¿Qué va a pasar ahora? - preguntó con cierto temor.

- Pues... Voy a darte tu espacio por un tiempo.

- ¿Qué? - de entre todas las cosas que esperaba oír, esa era la que justo no pasó por su mente.

- Está claro que no podemos seguir viéndonos.

- Pero... Si somos amigos. ¿No voy a volver a saber nada de ti? 

- No, no. Ya sé que no puedes vivir sin mí - ironizó - pero yo me he declarado y tu me has rechazado... Ha sido ciertamente incómodo, y ya has dejado claro que Bianca power, asi que... Hasta unas semanitas, sabrás de mí lo que te digan los demás. 

- No me gusta esa idea.

- Ni a mí, pero mejor eso que estar persiguiéndote mientras tú solo tienes ojos para otra.

- Ya... - Louis asintió brevemente. Después de unos segundos de silencio, rio por lo bajo.

- Creía que odiabas las relaciones. 

- Lo que odio es que otros sean felices en el amor mientras que yo no lo soy.

- Buena respuesta.

- Por favor, soy universitaria, siempre tengo buenas respuestas. - Louis rió. Finalmente, abrió la puerta.

- Hasta dentro de unas semanas.

- Hasta dentro de unas semanas, ojazos. - él sonrió, y tras un segundo de silencio de despedida interminable, se bajó, cerrando a la vez tanto la puerta del coche como la del mundo de Jane.






Zayn se agitó en la cama, oyendo cómo una canción se filtraba en su sueño y ya no aparecía Bianca, sino el cantante de Linkin Park cantando.
Abrió los ojos.
Su móvil, en la mesilla, vibraba y lucía.
Emitiendo un bufido lo cogió, sin ganas, y vio el nombre.


- Jane, es la una de la mañana. Más te vale que sea importante - contestó medio dormido.

- Dame solo un minuto.

- Vale.

-Así en resumen, llevé a Louis al cementerio...

- ¿¡Al cementerio!? ¿Por qué nunca me has llevado a sitios así de guays pero a él sí?

- Oye, que agotas mi minuto.

- Vale, vale.

- Y bueno, todo genial, mazo romántico  y a la vez fúnebre, y luego nos vamos, y subimos al coche...

- Recuerda que tienes un minuto.

- Sí sí. Y en el coche, pues que le digo que me mola.

- ¿Y qué ha dicho?

- Pues básicamente que no le intereso como algo más que amiga. Que estoy en la friend zone y soy la amiga simpática.- Zayn rió por lo bajo.

- Ey, que no es gracioso, que tengo el corazón roto.

- Pero que víctima... - ella resopló.

- Bueno, y te digo una última cosa y ya cuelgo. A ver, todo esto significa que Louis va a seguir yendo a por Bianca.

- Hostia puta, es verdad.

- Asi que o vas  mañana a su casa y le dices unas palabras bonitas y le plantas un morreo, o te la quitan chaval, porque si Louis a rechazado mi cuerpo serrano será porque está muy enchochado con Bianca.

- Mmmm tienes razón. Oye, que poderío tenéis las mujeres con el pensamiento.

- No me eches más flores, anda. Bueno, y eso, que me voy a dormir y a soñar cosas guarridongas con Andy Biersack.

- Tú y yo en otra vida debimos ser hermanos. Nos parecemos tanto. 

- ¿Tú también vas a soñar cosas guarrindongas con Andy Biersack?

- Ni siquiera sé quién es ese zagal.

- Oh por favor, definitivamente en ninguna vida hemos sido hermanos. - Zayn sonrió - Y eso, que tengo sueño y que tengo que estar deprimida, que me han rechazado. Adiós Zayn, nos veremos pronto.

- Adiós.


La llamada finalizó.





(...)




Liam se levantó con cierto presentimiento raro aquel domingo de octubre.
Era como una mala sensación en el cuerpo, pero quizás eso se confundía con el hecho de que llevaba sin ver a Victoria bastantes días. Ella tenía que estudiar, ya que en su colegio eran bastante estrictos, y no había salido ningún día de casa.
Aun así estaba distante, o eso parecía cuando hablaban por teléfono. Pero seguramente se debía a todo el estrés que debía llevar encima. 
Pero Liam no aguantaba más, necesitaba verla, oír su voz directamente, no a través de un aparato. Y como media hora de descanso de estudio no hacían mal a nadie, pensó en visitarla por la mañana, antes de comer.
Se vistió con entusiasmo, a pesar de que el presentimiento ahí seguía. 
Avisó a su familia de que salía y emprendió en viaje hacia casa de su novia.
Novia... 
Que bien sonaba. Habían pasado ya, ¿dos semanas?
Parecía tan lejos aquel día que fue a su casa para pedirla perdón. ¿Qué hubiese pasado si Zayn no hubiese hablado con él, y si Bianca no se hubiese acercado?
Quizás aún estaría lamentándose por Victoria.
Cosas de la vida.

Tras unos cuantos minutos a paso rápido, se situó en frente de la puerta de la casa.
Estaba nervioso, siempre lo estaba cuando iba a verla.
Llamó al timbre y esperó. Tras unos segundos la puerta de abrió, aunque no era Victoria, sino su madre.


- Buenos días, Martha - saludó educadamente.

- Hola Liam. Supongo que vienes a ver a Victoria, ¿no?

- Sí. Ya sé que tiene exámenes y tiene que estudiar pero hace mucho que no la veía y... - dejó de hablar al ver el ceño fruncido de la mujer.

- ¿Exámenes? Si solo le queda uno, este martes. - Liam alzó una ceja. Espera, ¿qué?

- Pero me dijo que tenía mucho que estudiar y...

- Pues se ha pasado la mañana viendo series. - él miró hacia abajo. ¿Qué narices está pasando?

- Está en su cuarto, ¿no? 

- Sí, sí. Pasa hombre.

- Gracias. - una vez dentro, poco le faltó a Liam para llegar al piso de arriba de un salto. Subió las escaleras como si la vida le fuese en ello y después abrió la puerta de Victoria. Tenía el portátil sobre las piernas, pero en las manos tenía el móvil. En cuanto le vio, sus ojos se abrieron enormemente. - ¿Me estás evitando?




(...)




La tarde de ese domingo pasó algo similar. Un chico iba a casa de una chica.
Zayn había pensado mucho en lo que había dicho Jane. Es verdad que se tenía que poner las pilas.
Además, iba de que no le importaba Bianca, le decía cosas para hacerla daño, y ahora iba de Romeo.
¿A qué jugaba? 
Eso sí esperaba que Bianca no le mandase a la mierda y le hiciese una llame de judo o algo raro que ella sabía sobre el tema.
La cosa es que ni si quiera sabía si  iba a estar en casa. Lo supuso, porque un domingo por la tarde Bianca no solía tener planes. 

Llegó a ala casa, cruzando los dedos , rogando que estuviesen ahí.
La única forma de comprobarlo era llamando al timbre, asi que eso hizo. 
Y gracias a Zeus, Bianca estaba al otro lado.


- Zayn - dijo ella sorprendida de que ahí estuviese. 

- Mira Bianca, lo siento, de verdad. Supongo que es que eligieses a Louis me molestó tanto que necesité comprobar que no sentía nada por ti. Y a pesar de haberme acostado con otras, me sigo igual. No sales de mi cabeza, siempre estoy pensando en qué estarás haciendo. Y todo esto empezó como un calentón de borrachos, pero ahora las cosas son distintas, y a pesar de ser el tío al que menos le gustan las cosas rollo novio por ti lo haría. Y ahora... joder, necesito besarte. - se acercó a ella, con rapidez, y como quería, la besó. Bianca estuvo descontrolada al principio. ¿qué hacia? Pero finalmente sus ganas hablaron por ella y continuó el beso, haciendo que él sonriera en su cabeza. Aunque Bianca recordó algo, algo que cuando estaba con Zayn le ocurría, pero cuando estaba Louis, era al revés. Se separó.

- Louis... - susurró ella por lo bajo.

- Ya, lo sé, y mira, me da igual, si hay que luchar por ti lo haré. - ella se mordió el labio. - Y era eso... Simplemente... Bueno, eso. Adiós Bianca.

- Eh.. Adiós Zayn. - él sonrió y retrocedió sobre sus pasos, alejándose. ¿Sólo habia venido por eso? Vaya. Una vez que la puerta estuvo cerrada, Bianca cogió un teléfono y llamó a Alex.

- ¿Que pasa si te gustan dos chicos y le gustas a los dos? - fue lo primero que dijo.




(...)




Al día siguiente, lunes, el que fuese a clase es que directamente era imbécil.
Sí, era lunes, pero era festivo, asi que la gente aprovechaba para quedarse en la casa, y dormir, prácticamente.


- Lo voy a hacer - dijo Bianca al otro lado de la línea. . Ya h tomado una decisión, y tengo que decírselo.

- Me parece bien - contestó Alex. 

- Es que no voy a estar ahí como una fresca, asi que he escogido... - suspiró.

- Cualquier cosa que hayas escogido estará bien - habló Alex. Su móvil sonó, la estaban llamando. - ¿Te puedes creer que Cecilia está llamando?

- Solicitamos tus recursos - dijo Bianca, quien había llamado por la línea fija.

- Os pongo en altavoz.- cogió los dos aparatos y señaló el botón del altavoz, después los dejó en la cama. - Hola Cecilia - saludó.

- Hola - hizo también la pelirroja.

- ¿Está ahí Bi o es otra cosa?

- Altavoz del teléfono - explicó Alex. 

- Ah vale. Bueno, pues te llamaba para que sepas que voy a hablar con él, lo he decidido. - Alex frunció el ceño.

- ¿Estás segura de que eso es lo mejor?

- Sí, o al menos para ambos.

- Puede que te eches atrás.

- Y seguramente lo haga. - se oyó a Alex suspirar.

- Oye, ¿por qué no me estoy enterando de nada? - se quejó Bianca.

- Esta noche te cuento. - le aseguró Cecilia.

- Tenéis mucho secretito entre vosotras eh, ya no os cuento lo que vaya a ocurrir.

- ¿Cuándo? - quiso saber la rubia.

- Aaah. - dijo como con enigma.

- Va a hablar con Louis y con Zayn- explicó Alex.

- ¡Hostia! - exclamó Cecilia - ¿Y con quién te quedas?

- Esta noche te cuento- le respondió de forma igual Bianca, haciendo reír a las demás. Hablaron por unos minutos, no mucho. Una vez que la llamada finalizó, Alex se puso de pie. Si sus amigas estaban echando narices ese día, ella también podía hacerlo. Abandonó su cuarto y fue al de Harry, en el cual estaba él vestido para salir.

- ¿A dónde vas? - preguntó Alex apoyándose en la pared.

- Como con Kaya. - ella asintió.

- Vosotros ya... ¿Estais juntos? - la verdad es que no se había puesto al día sobre ellos, simplemente porque no quería saberlo en un principio.

- No aún. - su mandíbula cayó.

- ¿Aún? 

- Bueno... No sé lo que va a pasar hoy.

- Ah... - Alex miró hacia abajó. Suspiró. 'Venga Alex, ten huevos' se repetía una y otra vez a sí misma. Finalmente se juntó más a Harry. - Oye, ¿podemos hablar?

- Claro.

- Mira... - se sentó en la cama mientras él la miraba - No puedo decir que estoy super enamorada de ti, y  que saltaría por todos los puentes que tú saltases, pero si sé que siento algo por ti, y que cada vez más. Y que no soporto ver cómo en tu cabeza quizás se forma una futura relación pero no conmigo. Y tendría que haber dicho antes en un principio, pero simplemente no podía, y ahora veo que te pierdo y yo... Yo no sé que hacer, ya no sé que más pasos dar, qué mas cosas mover. Simplemente me quedó observando y pensando en lo estúpida que fui por dejarte ir en un principio. Asi que por favor, no quedes hoy con Kaya, y deja que arregle mis propios errores. - Harry la miró, sin decir nada. Tras unos segundos en silencio, se movió y cogió el abrigo, y entonces ya, Alex cabizbaja, supo que era el fin. Pero del abrigo Harry sacó un móvil.

- ¿Kaya? - ella alzó la cabeza y se puso de pie - Sí es que mira, mi abuela se ha puesto mala y está en el hospital y tengo que verla... No, no es grave.... Yo si que lo siento.... Te debo una comida.... Sí.... Gracias, adiós. - Harry colgó, y miró a los ojos a Alex. Durante un par de segundos ninguno supo qué hacer. ¿Eso significaba que...? Cualquier duda quedó aclarada cuando ambos empezaron a besarse. 


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Mirad, este cap me ha costado la pera escribirlo, enserio, de lo peor, y encima solo me gusta la parte de louis y jane y las conversaciones entre zayn y jane (#vivajane)
pero bueno mira, ya sudo
es el penultimo capítulo, y ya el último me lo curraré mas y adios muy buenas
por cierto, este es el link del futuro blog de la siguiente novela http://becauseimhalfaheartwithoutyou.blogspot.com.es/
si alguien queire que le avise que me lo diga, aunque avisaré ya de por sí a los que estoy avisando en esta novela
y ya no sé qué mas decir, que tengo mucho sueño, y que no sé que estoy haciendo con mi vida
y bueno, eso, que ya está todo
perdonadme si no os gusta el cap, a mi tampoco me gusta so it doesnt matter
besoooos